Este año se ha publicado el libro Curation. The power of selection in a world of excess de Michael Bhaskar, un ensayo en torno al concepto y a la práctica de la curation en el mundo de la información actual, una nueva vuelta de tuerca a las reflexiones sobre lo que la curación de contenidos representa y ofrece frente a la fuerza de los algoritmos. Si cuando en 2009 Rohit Bhargava presentó su propuesta del content curator lo hacía frente al omnipresente Google, en 2016 Bhaskhar actualiza la reivindicación de la importancia del papel humano frente a la fiebre actual de los big data. Su visión global sobre el fenómeno de la curation se aproxima a la de otros autores como Steven Rosenbaum en Curation Nation pues va más allá de su aplicación a los contenidos digitales en internet:
«Curation is now applied to practically everything. Music festivals, shops and shopping malls, websites of all kinds, the news, TED conferences, venture capital portfolios, gala openings, dinner parties, music playlists, vacations, personal identities, fashion shows and wine lists all claim to be curated. Curation is ubiquitous«
Bhaskhar, que está logrando una importante repercusión y difusión de su libro, acaba de publicar un artículo en The Guardian, que puede servir de resumen de su posición para quienes quieran leer de Bhaskar un texto más corto que su libro: In the age of the algorithm, the human gatekeeper is back.
En resumen, afirma Bhaskar que necesitamos cada vez más mejores algoritmos pero también necesitamos cada vez más mejor curación humana. La combinación de algoritmos y curación debería ser pues la clave:
«Far from disappearing, human curation and sensibilities have a new value in the age of algorithms. Yes, the more we have the more we need automation. But we also increasingly want informed and idiosyncratic selections. Humans are back«
El ejemplo de Amazon es uno de los que cita Bhaskar en su artículo: a su exitoso motor de recomendación, una de las claves de su éxito, ha sumado mediante la compra de Goodreads la recomendación humana. El uso de la curation en marcas tan populares como Spotify, Netflix y Apple Music son otros ejemplos mencionados en el artículo.
En este entorno de hiperexceso informativo, dice Bhaskar que «humans are back«, y no es que los humanos (al menos, «no todos» los humanos) se hubieran rendido a los algoritmos -bien que lo sabemos los profesionales de la Información y la Documentación, en reivindicación constante de nuestro valor ante una sociedad que nos conoce poco-, pero sí que son necesarias voces como las de Bhargava, Rosenbaum o Bhaskar que periódicamente defiendan el valor de la función a ejercer por las personas en la selección, el filtrado y la gestión de la información.
Por nuestra parte, además de estas breves líneas, sobre la relación o el conflicto entre la curación humana y los algoritmos, ya nos referimos explicitamente a ello en 2013 en el Epilogo al libro El content curator y hemos hablado en diversas ocasiones en este blog, como por ejemplo en relación a los big data o a propósito de Facebook. Desde ahora, incorporo también a ese bagaje, el oportuno grito de Bhaskar:
¡Más y mejores algoritmos, pero también más y mejor curación humana!
Buena curation!