¿Hasta qué punto una gran marca del sector de los contenidos digitales, puede utilizar la content curation en su estrategia de compartir o distribuir información?
El tema, más candente que nunca a raíz de algunas de las consecuencias más negativas de la enorme influencia de Facebook en el consumo de información actual (la «post-verdad» o las mal denominadas «noticias falsas«), no es nuevo en este blog y lo he traido aquí anteriormente a cuenta también de Facebook, gran protagonista de nuestras vidas digitales. En este post de hace unos meses, a raíz del cierre por Facebook de su departamento de curators para la selección de noticias, decía:
«Toda esta situación me ha recordado de nuevo, cual deja vu, la situación vivida dos décadas atrás, en los primeros tiempos de la Web con la derrota del directorio Yahoo (hecho por humanos) ante los algoritmos cada vez más perfeccionados del buscador Google, cuando las dimensiones (la escala) de los contenidos a clasificar por los profesionales de Yahoo fue inasumible. Desde aquellos inicios de la Web, los algoritmos han reinado y el papel de la selección humana de informaciones se ha centrado básicamente en los contenidos temáticos, especializados, de escalas asumibles, ahí donde los humanos son superiores a las máquinas (al menos, de momento). La content curation es la actualización de esto en nuestros días»
En suma, las grandes marcas de distribución de contenidos, de Facebook a Netflix, priorizan hoy la aplicación de los «big data» a sus productos y servicios, y la selección humana (la content curation) queda relegada en nuestros días a dimensiones o escalas menores (las pequeñas y medianas empresas, así como la marca personal), además del sector de los creadores tradicionales de información: los medios periodísticos.
Sin embargo, algunas de las marcas que juegan en la primera división de los contenidos digitales sí que están utilizando a día de hoy equipos de «curadores humanos». Vale la pena destacarlo, ya que no todo son, en esta primera división, algoritmos puros y duros. Hablemos hoy de un ejemplo muy significativo en esta línea: las playlists de Spotify.
Ejemplo de playlist de Sportify creada por content curators: Deep Focus, una lista con casi 2 millones de seguidores, que quiere «ayudar a relajarte y concentrarte»
Las playlists de Spotify son con toda probabilidad el ejemplo más exitoso en la actualidad de uso de la content curation a nivel masivo: no necesitan presentaciòn alguna pues millones de personas en todo el mundo las escuchan a diario. El éxito de las playlists ha trascendido la propia marca, y otras empresas, como AppleMusic, las utilizan también.
Entre las playlists de Spotify hay algunas algorítmicas (como las listas de descubrimiento para la version Premium); esas son puro big data. Pero la gran mayoría, y las primeras y originales y sobre las que se ha forjado el éxito del modelo, son confeccionadas por content curators. Esta entrevista a Rocío Guerrero, Head of Content Programming/Curation & Editorial Latin Global de Sportify, es decir, la responsable de los contenidos en español para todo el mundo, es muy interesante pues señala con precisión algunas virtudes de la «curación humana». No se pierdan estas palabras de Rocío:
«[pregunta]Los algoritmos no podrían producir listas como “Sin ti” o “Querida resaca”. No pueden identificar estados de ánimo.
–Claro, una máquina nunca va a saber lo que tú sientes cuando estás triste. Lo digo y se me ponen los pelos de punta, pero es así. Yo puedo entender lo que sientes al hacer el amor, o si alguien te deja, o en un día soleado, porque lo he vivido. Así podemos pensar en la música que tenemos ganas de escuchar en esas circunstancias. Una máquina nunca va a poder hacer eso, por eso siempre serán necesarios los curadores humanos«
En el caso de un servicio como este que ofrece Spotify, masivo pero a la vez especializado, en el cual la vinculación entre el contenido con las sensaciones, sentimientos y emociones humanas representa a día de hoy un reto considerable para cualquier máquina, nadie mejor para realizar este trabajo que un content curator.
En servicios como Spotify la curación humana tiene por tanto mucho recorrido, como hemos visto. No es el único caso entre las grandes marcas. Otro ejemplo serían los Twitter Moments. Los dejamos para otro post.
About Javier Guallar
Profesor de Documentación y Comunicación, Editor, y Content Curator.
En UB, revista Profesional de la información (EPI), libros Profesional de la información y EPI Scholar (Ed.UOC), Los content curators. Coautor libros "El content curator", "Las 4S's de la content curation", "Calidad en sitios web", "Prensa digital y bibliotecas".
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